¡CUANDO TE HACE VIEJO!

poema de Gaviota

Hoy día, en un mundo carente de amor y de respeto al prójimo.
Se ven a las personas ancianas como un estorbo, una carga difícil de llevar.

A estos ancianos los abandonan en gasolinera, cuando llega el tiempo de las vacaciones

u hospitales, alegando enfermedades que en la mayoría de las veces sólo es consecuencia

de la propia vejez, y carencia de amor.

En lo mejor de los casos los dejan en residencia para la tercera edad;

suena mucho mejor para algunas conciencias.

Todos debemos pensar, que si no morimos de joven,

tarde o temprano nos hacemos viejos.

Mi madre me contó cuando niña un relato, que me hizo impacto en aquel momento,

y siempre sigue emocionándome cuando se lo cuento a mis hijos.

Andaban por el camino polvoriento, padre e hijo, hacía un calor sofocante.

El padre arrastraba los pies, le costaba trabajo andar.

De vez en cuando miraba a su hijo con ojos tristes pero,

el joven no se percataba de la tristeza que embargaba a su padre.

El anciano miraba sus manos ya no eran fuertes y firmes ahora

estaban deformadas, y apenas tenía fuerzas en ellas.

¡Cuántas veces había levantado del suelo a su hijo! Cortando durante semanas

los troncos que los calentarían en el largo y frío invierno.

Todas las mañanas madrugaba, para llevar las hortalizas al mercado del pueblo;

sus manos entonces fuertes guiaban diestramente las riendas de los caballos.

Respirando profunda mente, dijo con voz queda, ¿cómo podía una persona

cambiar tanto con el paso de los años? Nunca obtuvo respuesta a su pregunta.

Sentía sus piernas pesadas pero, no obstante, siguió caminando

hasta que sus piernas empezaron a temblar les.

Le pide a su hijo, que por favor hagan un alto en el camino,

pues se siente agotado, así, que se sienta en una piedra, que hay en un lado del camino;

saca un pañuelo, se limpia el sudor que baña su arrugada frente;

y mirando al suelo comienza a llorar amargamente.

Su hijo, sorprendido le pregunta: -¿padre por qué lloras?

El padre con la voz entrecortada por los sollozos, responde:

-Hijo mío, hace muchos años atrás mi padre se sentó en esta misma piedra,

cuando yo lo llevaba al asilo donde tú, hoy me llevas.

Él hijo con la voz temblorosa le dice abrazándolo...

- ¡vamos padre, levántese! Regresemos a casa.

El padre sorprendido pregunta, -¿no vamos al... asilo?

No padre, no quiero que el día de mañana mi hijo,

llegara hacerme algo tan terrible, como yo pensaba hacer.

Cuando te haces viejo.

El tiempo, como el agua, que río abajo va

¡Nunca volverá a su origen materno!

El ayer recuerdo, siempre joven y bello.

¿Por qué no duró?

¡Sólo fue un momento!

¿Por qué nos parece el pasado mejor,

el presente aburrido, y futuro tan incierto?

¡Qué largo es el tiempo, cuando te haces viejo!

De Gaviota Romero Blandino

Comentarios & Opiniones

Yan

Excelente!!! Un placer leerte Gaviota. Saludos.

Critica: 
Rafael Abril

Bello poema ,escrito con el alma.
Me hiciste arrugar el corazòn.
Bendiciones desde Colombia

Critica: 
Gaviota

Muchas gracias,Yan, estos comentarios me cargan las pilas, para seguir haciendo mi programa.
Cariños .
DESDE SUECIA CON AMOR

Gaviota Romero

Critica: 
Gaviota

Rafael Abril, también le doy las gracias por sus lindas palabras.
En verdad cuando escribo o declamo, lo hago con todo cariño, y desde el corazón.
Cariños.

DESDE SUECIA CON AMOR.
Gaviota Romero

Critica: 
Marco

Hermoso, simplemente hermoso. Te invito a pasar por mi muro a leer ( Seis segundos antes) Lo he escogido para ti, presiento que tal ves te guste... Saludos de un Venezolano expatriado, residenciado en Malabo Guinea Ecuatorial... Te seguiré leyendo!

Critica: 
Marco

perdonarme ( siete segundos antes)

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