TIERRA DE DEMONIOS

CAPÍTULO 1
EL PRIMER DIABLO, demonio, satanás, Lucifer, esmódes o anticristo se llamó Antonio Hernández, un incestuoso que para lograr el perdón regaló un terreno a la iglesia católica que en ese entonces tenía por nombre CENSO y el cura de entonces se llamaba Alejandro Mariaca, un sacerdote sin pudor, sin principios y sin el mínimo respeto a nadie igual que Lucifer desde entonces el fundo Mariaca era un terreno llamado Censo que el diablo que de generación en generación le deja a otros peores, es así que llega Cristian Martínez otro degenerado y heredó a la diablesa pomposa Martínez que encandilaba a los hombres y los entregaba a Satanás y los enterraba en el centro de una capilla que sirve como fuente de disimulo para que la gente no crea que sean demonios. Es así que un bello día que por arte de magia o diablismo llegó el Lucifer mayor que no tenía dignidad, ni escrúpulo para pregonar que él era el diablo, se llamaba Juan Sanabria que volaba a Cerro Prieto para hacer junta de demonios y entregar a víctimas de gente buena a cambio de salvar su alma mala por una alma buena, siempre portaba en sus manos un libro negro de magia negra con letras rojas y tenía las uñas de las manos y los pies sucias y afiladas de apariencia denigrante y fúnebre, siempre sucio y de mal olor, era un ser sucio, abominable y cruel, peleaba con todos los colindantes, era abusivo por lo que las personas normales preferían ignorar, no le tenían miedo si no repulsión y el se creía poderoso.