MI ÁNGEL

Llegaste desde otra latitud,
hacía frío y persistía la soledad,
tu voz gutural se quedó grabada en mí,
tus palabras me hacían anhelarte,
una imagen de ti me hacía soñarte.

Mi ángel favorito,
por fin llegaste un día,
y fui premiada por los dioses
cuando te hiciste real
y te pude contemplar
privilegiada de mirar tus ojos,
de sentir tu aroma,
de saber que existías en realidad.

Mi ángel delicado,
tierno y sensible,
expectante de mirarme
sin ninguna restricción,
buscando encontrar lo que nadie más ve,
mostrándome que la vida es diferente,
que hay algo más allá,
que si se puede ser feliz.

Mi ángel sonriente,
resplandeciente como el sol,
cálido y amable,
serio a la vez,
con aroma inconfundible,
manos suaves, toda su piel,
mi ángel adorable, que me brinda
sus besos tan dulces como miel.

A mi ángel maravilloso,
que con ayuda de sus alas
lejos me está enseñado a volar,
que más parece una estrella,
que con su imponente brillo
aunque quede oculto en la más inmensa niebla,
siempre está aquí,
evocado en mil suspiros,
transportado en algunas lágrimas
y vivo en en el más seguro lugar,
estos sueños que disfruto despierta.