El Encuentro

Ahí estabas tu, sentada frente a mi, hablándome, contándome tus penas, miedos y sueños, y yo perdiéndome en esos ojos que están detrás de esos cristales que ocultan el universo perdido de pensamientos.
¿Como no perder la noción del tiempo?
Si tu mirada fija, tus gestos, tu manera de expresarte y tus labios traviesos agudizan mis cinco sentidos, solo me queda el sexto que es el presentimiento que me decía que ibas a ser mucho mas que un encuentro para mi.
Te toque con mis heladas manos y al mismo tiempo con mi frío corazón para que tu piel cálida descongelara mi alma y mi razón.
Estuve mucho tiempo deseando estar contigo, frente a frente, mirada con mirada que me aventure en tu intimidad y sin tu saber te fui dando poco a poco mi ser partido en la mitad.