Aquel Corazón

poema de Antonio Liz

Una herida en mi corazón perfora todo mi interior, no quiero darte la excusa que estoy muerto, porque me aferro más a aquello que fue nuestro. Entiendo la sangre al caer, pero el rojo no lo identifico, porque solo tu intención lo hace vivo. 

Estocada para mí, que posdata insiste invertirlo para ti. Ruegas que llores, que me duela, aunque ningún sentimiento lo espera. Insistes en que mis días sean trastornos, y asta que mis meses me indiquen que eres la única, todo por declarante vida mía. Te diviertes que moriré sin ti, que no voy a existir, que como tú ninguna. 

Si es mi atención que buscas, entonces ayer la tenías, en aquel pasado que era  lo que pretendía. Ahora te invito a la serenata del olvido, sea mariachi, rock, o balada,  la sinfonía siempre la entenderás, con una canción sobre todo lo que as perdido.