La conciencia de un dios mortal

En las tormentas mas desesperas,
hay vientos con azotes que arrebatan memorias,
se escuchan estruenos y voces al eco,
que nos hacen creer en una existencia.
Un lugar cohabitado en nuestra mente,
un recinto de un ser supremo,
creador y juez de nuestro actos,
nos habla con tan solo en pensar,
y nos detiene de cualquier gozo o placer,
es la exitencia que nos obligar a ser humanos.
y no a zozobrar a ser creadores.

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