Aprender a ser

Al final el poeta tomó su plumilla para terminar su última palabra,
Soy vagabundo de tus recuerdos en mi mente, soy esclavo de tus placeres, soy ámante de tu néctar, soy hombre de una mujer, soy el todo de tus hablas, y el nada de tus actos.

Recuerdo en mi habitación de noches largas y extasiadas, noches de insomnio, noches de soledad e indiferencia.

Las mañanas se hicieron días, los días en semanas, y los meses se hicieron años, amo mi soledad de ella aprendo a olvidarte, a odiarte, quiero olvidar que fui amante de mi bella afrodita, ahora quiero ser un hombre eterno y errante de mi alma.

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