Caffè di Roma (el vuelo fantasma y los tres mosqueteros)

Eran tres divinos,
bosquejos de lo que fueron,
sin embargo, eran.

Charlatanes, reían maliciosos.

Anclados a la mesa
cual pecio insumergible,
en "tránsito",
saboreaban el instante
frente a tres vasos de agua.
Ni alfa ni omega,
ni norte ni sur.

Charlatanes, reían maliciosos.

No beben café,
no vuelan,
Atenea, Ícaro y Eolo
engañan al tiempo
en la cafetería del aeropuerto.