Primer encuentro

El primer cruce de miradas, el primer saludo dubitativo.
Ojalá todo se quedara en eso, congelado en los primeros minutos compartidos. En las frases de película que se quedan para siempre en tu memoria. En ese beso robado en medio de música distorsionada.
Debo admitir que al mismo tiempo que me aterra ese primer encuentro, también soy adicta a la adrenalina de no saber si aquella persona se convertirá en un amigo, amante, conocido o simplemente alguien que recordarás con una mueca en el rostro.
Porque una vez enloquecí por una sonrisa petulante a media noche que terminó siendo una decepción.
Como también bostecé en una cafetería en compañía de un hombre nervioso, que meses más tarde sería el único que me ha roto el corazón.
Es lo curioso y fascinante del primer encuentro. Que bien podría significarlo todo o bien convertirse en una anécdota insignificante.

Dios, ya dame algo que signifique todo.