Lo amo, pero te quiero

Sí, es verdad, lo extraño demasiado. Más de lo que imaginas.
Lloro al recordar su amor cada maldito día, porque pienso que si alguien que me amó tanto como decía pudo dejarme, qué impedirá que otros que no me amen me dejen en el futuro.
Lo amo aún, chico, demasiado. Extraño su risa, la forma en que decía mi nombre, cómo me hacía jurarle que era solo suya. Extraño la seguridad que me daba al dormir con él, la alegría pura e inmensa que sentía al despertar a su lado.
Cuando comparo eso con lo que alguna vez sentí por ti, me hace darme cuenta que quizá sí enloquecí, que quizá nunca supe lo que era amar, hasta ahora.
Pero entonces él se fue y tú estuviste ahí, a pesar de nuestros desencuentros, a pesar de saber que siempre he tenido la tendencia de sentir demasiado.
Así que, con miedo, te admito que esta vez no ha sido diferente. Que a pesar de tener el corazón aún ocupado, de alguna forma se abrió un pequeño espacio para ti otra vez.
Después de todo, eres tú. No eres cualquiera.
Quizá ya no te idealizo como cuando era una niña, pero de igual forma te quiero conmigo, de la forma que sea.
Y estoy estúpidamente celosa, solo que ni conmigo misma me gusta admitirlo.
Admitir que a veces siento algo, por mínimo que sea, me da pánico. Porque te irás y no soporto la idea de perder a nadie más en mi vida estos días. No soporto la idea de perderte a ti.