Horizonte curvo

poema de Flinix

Recorridas sus millas vertebrales,
con la luz fugitiva tras su costal,
me hice tierra de senda y semilla;
marejada en su volteo perezoso.
Pero hubo buenos días,en que florecí;
punto vértice de su rabadilla canela;
flor insomne, cautiva de cielos noctiluca,
que ha de morir en su boca luminosa,
pocas horas más tarde