Cielo y Mar.

poema de Fer Sanchez

Cielo y mar se encuentran a la distancia viéndose de frente sin poder tocarse
El mar cada noche aprovecha el descanso del sol para platicarle del amor que tiene por el cielo
Y el sol como fiel mensajero trata de explicarle al cielo un amor tan grande como el mar.
El cielo parece impresionarse con la inmensidad del mar, y el mar por su cuenta pasa los días admirando la belleza de aquel cielo.
Las nubes sospechan y se sonrojan durante el amanecer y cada atardecer, el mar imita al cielo durante la noche, ambos pierden color pero no su belleza e inmensidad.
Cielo y mar y se aman en su camino paralelo condenados a no encontrarse.
El sol y la luna son testigos eternos de aquel amor imposible que nace de la inspiración y se extiende con el pasar de los días, el amor que inspira canciones y otras veces poesías.
El cielo ha encontrado una forma de comunicarse con el mar y parece ser que las nubes serán sus cómplices, el mar no tiene ni idea de lo que le espera…
Las nubes murmuran en un tono que los oídos humanos pueden percibir, destellos de luz aparecen provocados por sus picaras sonrisas. Por fin el cielo encontró la forma de tocar el mar, miles de besos en forma de gotas de agua comienzan a caer sobre el inquieto mar que parece alborotarse aún más por tan delicada visita por fin el cielo y el mar se acarician y las nubes testifican el encuentro.
El mar busca la forma de responderle las caricias que el cielo le manda, se ha dado cuenta de que su pasión y la presencia del sol provocan que parte de su cuerpo liquido se evapore y viaje hasta el cielo, sin darse cuenta el cielo también recibe sus besos y caricias. Aparentemente el cielo y el amor se siguen amando con el pasar de los años y de vez en vez el cielo muestra su amor al mar y el mar se encarga de nutrir el inmenso cielo.
Cielo y mar siempre están juntos y la lluvia es la prueba de su amor, y hoy ese amor me inspira a inventar un amor entre ellos para justificar lo que es amarte a pesar de la distancia.