Querida noche

poema de Felipe

Luna, caes frente a mí
Y a todo lo que me rodea
Sin importar en donde esté.
Tu luz limpia ilumina mis ideas
Y vuelves azul la noche;
Y por alguna extraña razón
Dejas pensando a cualquiera que te contempla.
Por ti, incluso, hasta yo me vuelvo más romántico,
Y me haces llegar más allá de tu inspirador y abismante ser.
¿Serás tú quien ha inspirado a todos los que callamos nuestros deseos
En la conciencia y en la tinta que danza con la melodía de nuestras alegría y sufrimientos?
¿Serás tú, la verdadera musa y aquellos discursos que tanto mantenemos y pensamos?
Nos motivas al momento de pensar,
Y te robas la apasionante emoción de alguien más,
Para así, muchas veces perjudicarnos, como bohemios, dispersos y rebeldes.
Por eso todos te amamos cuando sales a la vida y te odiamos cuando mueres,
Yo te odio cuando mueres,
Porque te llevas mis ideas y escritos,
Y me condenas con el alba para aferrarme para condenarme a una inevitable rutina
En donde mi pensar es vago
Y nadie entiende nada,
Porque te has llevado mis palabras
Y me vuelves un don nadie que sufre esperando tu regreso
Para perdonarte y seguir siendo el mismo que en realidad soy.
Después de todo, eres noche y todos te aman cuando sales.
Es ahí cuando somos quienes somos, a nadie le importa,
Y se amplían nuestras mentes;
Pues, no hay rutina, ni quien condena.
Te vuelves tierra de nadie y,
Lamentablemente no existe suficiente tinta ni papel en el mundo,
Por eso no saben expresarte.
Por lo que también nos asusta pensar y cuestionarnos…
La gente madruga, porque se duerme temprano
Con miles de ideas que podrían volverse en vida y en cultura.
Pero, probablemente, puede que eso sea bueno,
Somos pocos los que sabemos quererte.
Nos regalas pasión, historias y una que otros malos recuerdos
Que luego se plasman y se convierten en bellos fragmentos,
Creando recuerdos que, por momentos, suelen ser eternos, hasta perfectos…