Nada

Con papel y lápiz en mano,
Al lado del buró que comparte
Todos mis fastidios. Pretendo escribir sin éxito, alguna frase que destaque, algún acento que me guiñe el ojo, algún pasaje al menos colorido.
La goma de borrar de mi utensilio carbónico, ya se cansó de restregar mis garabatos, me mira con enojo sabiendo que pronto habrá de acabarse.
El papel lleno de remiendos ya no deja que le marque mis despojos y la luz, se ha hecho cómplice de ellos y los vuelve borrosos.
Y es que no.
No hay nada que valga la pena, que justifique su pérdida de tiempo, entonces decide ir a dormirse.
A manera de desquite manda sombras a picar mis ojos. Es entonces que aumenta el sabor amargo de mi boca, el ceño ya de por sí fruncido, más se mofa de mi de cara y me marca arrugas que resaltan la fachada que de todo; sabe absolutamente nada.
El inseparable espejo me grita las verdades que mi mente calla, incita a los recuerdos a que me atormenten, le dice a las paredes que me encierren, que no se abran le ordena a las ventanas, la llave de la cava se agiganta y me regala probadas de sus besos, besos líquidos que rompen mi nostalgia, y la vuelven llanto y se apoderan de mi sus alas para llevarme lejos, dónde me recuerda que ya sin ti; no queda nada.
Extracto de "Amor de un viejo"
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Ciudad de México a 28/06/2023.
Falstaff.