Carta anónima

Nadie lo entenderá
pero se que fuiste vos
el que salvó a mi corazón
hoy de la tempestad
lo acarició dulcemente
y lo puso a volar
entre aves y nubes
y paisajes del mas allá
dorados antiguos
lejanos furtivos
propios de tu deidad

Aveces me hundo en tristezas
en charcos de odio y de maldad
preguntándome a mi mismo
¿ esto cuando acabará ?
y las tinieblas arremeten
contra todo lo que hay
lo poco que queda en mi alma
se pierde en la oscuridad
seducida por el suicidio
engañada por la maldad
débil y atormentada
frágil fácil de cazar

Por eso le entrego estos versos
mojados con lágrimas de dolor
que rodaron por mi cara
hasta caer en mi interior
señor de las alturas
no me dejes sin tu amor