Era una mirada de amor
poema de Ezequiel Millenaar
La suya era una mirada
de amor.
Con las hojas cayendo de los árboles
fue una mirada tierna.
Con las nevadas blancas cambió
a lascivia.
Con las flores
sus miradas fueron compasivas.
Y con el calor
se olvidó de mirarle.
La última se la echó de reojo,
para comprobar que no estuviese
demasiado mal,
antes de marcharse.