Baile en espera

poema de Evita

La bailarina está llorando.
Ya no tiene a quien esperar.
El soldado que amaba tanto
olvidó el sendero a su hogar.

La bailarina está callada.
No le queda él a quien desempolvar
hombreras de cuero y zapatas.
No hay nadie que la vea bailar.

La bailarina está pensando
a lo mejor él no ha muerto.
No le importa si otra susurrando
"Ich liebe dich", le abre puerta.

La bailarina se ha despedido
de su amigo, de su coronel.
A pesar de los años ha entendido,
hoy ya no la mata acre hiel -
la alma que no te pertenece
jamás puede ser retenida.

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