La dama del cañaveral

La dama del cañaveral

Desde niña se veía
por los caminos del cañaveral
y en su rostro reflejaba
mucha alegría y felicidad.

Llevando entre sus manos
la merienda para sus hermanos
que la caña estaban cortando
bajo un candente sol o un fuerte aguacero.

Para ella no habían excusas
pues amaba a sus hermanos
que el sustento buscaban
para su querida familia.

Y ella pudo observar
las inclemencias del tiempo
como ellos las padecían
pues también las sufría.

Y al retornar a su hogar
comenzaba las tareas de la casa
que con amor realizaba
y estar lista la cena
para sus hermanos cuando regresaran.

Hoy es toda una dama
que recuerda con nostalgia
aquel cañaveral que cuando niña recorría
y jamas lo podrá olvidar.