Eres

Eres radiante como el sol,
azul celeste como la Luna,
oh Diosa fortuna de mi corazón,
amante sorprendente de mi vida,
solo una.
Eres la esmeralda preciosa,
colocada en un altar de diamantes,
codiciada por piratas de corbatas
viciosas pero al final errantes.
Eres tu; como la fuente cristalina
tan pura, que cura las heridas escondidas
en el baúl de mi pecho,
calmando con valentía mis ansias
desesperadas y de amor por ti aceptadas.
Tu eres en vida el amor flamante,
desbordante locura y ternura abundante
que es para mi. Porque tuyo soy;
el inocente enamorado y fiel
aliado de tu pasión.