Común espera

poema de Shelley

El amante narró la desdicha en Cerrejón, la alegria de la primavera y la angustía en espera de cosecha.

La mujer ha aquello se refirió, ¡en otro universo! ella exclamó, mientras la onda, violeta se tornó.

Entonces la lampara encendió, una fina capa de Apolineo a ellos llegó. La noche se acercó, pero la razón no sucumbió.

El amante lector entre líneas se quedó, la flamante subjetividad le atrapó y en lo multidimensional cayó.

La mujer su mirada volcó, a su corazón apuntó, en agua se convirtió la voz que su radiofrecuencia transmitió.

Entonces entre las ramas se asomó, la desnudez del alma que el amante aclamaba.

La mujer se percató y en ocasiones, aquella pensó, se espera como cinderella, el hada de la eterna entrega.