Allá en los Montes

Es la infancia sonora,
llena de rimas y sueños;
de emigrar a otra Gomorra,
y encontrar nuevos dueños.

En el transcurso de la vida,
con las edades ya sin risa;
se venera la venida,
del regreso de la brisa.

Con los cielos opacos,
tormentas de duchas;
los cuerpos en sacos,
han quedado por las luchas.

El niño, jugando al soldado
con armas de fuego;
libera el sagrado
emblema de su ego.

Con los ojos cerrados,
jalando el gatillo;
el dedo aferrado,
anhelando un cigarrillo.

El hombre aún niño,
sin penas y prejuicios;
renuncia con riño,
a su patria ya de quicios.

El rezo emigrado de su villa,
aún yace todavía en su mente;
en el alma cristalina de su casilla,
preservada por la fe de su gente.

("Obra de Poemarios" - Bajo Un Cielo De Luceros)
Fernando Emmanuel Enríquez Sarria

Comentarios & Opiniones

libelula

muy bien logrado, gracias por compartir sus pensamientos. Sludos desde Cuba.

Critica: