Lunario

Haz en el efímero espíritu;
Preso del sereno corazón
Contraído por la sangre de las nubes,
Que se expande en un eterno caminar.

Brilla,en su ciega rebeldía,
El lechoso faro de la noche;
Claro de penumbras,que agonizan
Encendidas,hasta el techo del albor
Que las entierra.

Arde en el fragor de su mirada,
Ese fuego exiguo,que a los ojos
Embrutece.Sombras;y aherrojados
Al cansancio,tiéndelos el barro que perece.