Un poema para ella
Cae la fría noche,
Llena de lluvia y vientos perdidos
Todos callan, todos se esconden cuando la luz se pierde entre las nubes
Dos personas no temen,
Bajo una ventana hacia el cielo, ellos crean su propia luz.
Él, con la mirada cansada; detrás de ella, arropándola con sus brazos
Ella, preocupada, con sus manos se aferra a su compañero,
No puede dejar de mirar al cielo a través de la ventana
Pensando "Tan borroso, tan vago, tan frío"
Ella sabe lo que está por venir, sabe que algún día todo cambiará,
Y que todo por lo que alguna vez luchó, desaparecerá...
Ella teme.
Horas pasan y el tiempo no cambia,
Están consumidos, atrapados en un hoyo de terror
Él la acaricia y sonríe, mientras su mano recorre la piel de su protegida,
Su suave y cálida piel...
Su cara, inmutada, suelta una lágrima.
Sus brazos la aprietan a ella contra su pecho.
"Se real" le susurra.
Ella sonríe, pero su corazón se entristece.
"Quiero serlo" le dice, sintiendo algo extraño dentro de ella.
Un escalofrío, que le agita y desespera.
"Quiero serlo" Repite, más bajo...
Como si lo dijese para sí misma
Él, sobre la cara de ella pone la mano, la acaricia
Mientras ella sonríe temerosa él le dice "Entonces, selo"
Ella suspira mientras se voltea hacia él, y le mira...
y le dice "Lo sabes bien"
Él se confunde, no lo sabe.
Mientras ella continúa
"Lo sabes bien, yo no pue..." Él le pone la mano en la boca, ahora entiende, pero no quiere oírlo
"Estamos aquí, juntos... Así debemos hacerlo, nosotros sí podemos" Dijo él,
justo antes de quitar su mano y besarla por primera vez.
Está sorprendida, insegura; pero tentada, ella le corresponde,
sus manos pronto lo rodean a él,
ella le besa también.
Diez mágicos segundos le quitan la respiración a los dos,
no pueden hacer más que mirarse entre ellos.
"No te vayas" le dice él tomando la mano de su pequeña
"Quédate" le susurra a su amada
Con sus manos él la tumba en la cama y se recuesta sobre ella
Sus manos recorren el abdomen de la chica, su boca besa su cuello.
Ella tiembla, se entumece... pero el calor es demasiado para resistirlo.
Sucumbe ante él, le acaricia su cabello y su espalda
El calor crece, pero la lluvia sigue ahí
Los besos del chico bajan al abdomen
Suave pero apasionado
Sus labios se mueven de paso en paso, en línea recta hacia su pecho
Ella suspira, no puede pensar, no puede reaccionar,
mientras tanto, él se decide a mirarla,
a mirarla perdidamente
No finge, no miente, no actúa, sin máscara
“Somos tan reales como lo que sentimos” dice.
Y ella no emite ni un sonido
Él toma un respiro y un silencio y pronuncia ante ella:
“Estás a salvo conmigo, no tienes que temer, no tienes que esconderte.
Yo te veo
Tan sólo déjame ser quien te haga feliz
Quien pase las noches contigo,
quien te abrace y te quite el frío
Quiero ser el que veas en tu cama en las mañanas
al que golpees con la almohada para despertarlo
Quiero ser ése, para ti, por el tiempo que me lo permitas
Tan sólo te pido,
acéptame… porque ahora, todo es real”
Ella, atenta escuchó todas sus palabras
Las analizó una por una, buscando algo que decir…
pero lo único que de verdad quiso decir,
lo único que dijo
mientras su mente se llenaba de sentimientos extraños
con una lágrima y un repentino abrazo, fue:
“Tonto”
Comentarios & Opiniones
Interesante escrito, un gusto leerlo. Saludos y amistad reciba.
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