Mocotíes, preso en ti, mujer cristalizada en Bailadores.

poema de el condor

Fuente Literaria/ Poesías de Amor/ N° 010
Mocotíes, preso en ti, mujer cristalizada en Bailadores.
Llena tu espíritu de un aire fiel y escuchar los ecos de tu voz,
Veo el llanto en tus ojos y el romper de una promesa y en las ventanas abiertas,
Ver los aires voltear mis ojos hacia Bailadores, aquel día en plena montaña.
Ya el amor se ha fundido y te niegas a dotarlo.

Las inclemencias del tiempo se aproximan y las cotorras alzan vuelo al lago,
Y en una prudencia triste, lanzan sonidos al aire. Has callado y en tus ojos veo lágrimas
Un grito que se vuelve valiente al futuro, dejaste mi amor. Es la oscuridad plena
De mi espíritu ante el compromiso con mi Dios.

Tovar, en aquel año no supiste guardar el silencio en el atrio mayor, calla ahora,
Que el silencio hace brotar lágrimas en tu cara.
Es la alondra en su canto de sonidos, fue mi caminar por el mercado. Es la esencia
De una voz. Es el amor de una esencia.

Adonde iré sin el eco de una vez, es despertar el deseo, tus ojos lloran mi partida,
Es el adivino entre la arena del mar. Es una vía sin rumbo en aire distante,
Es tu dureza humana, Tovar brota lágrimas por tu carencia de Fe, es la derrota.
No importa, Mocotíes es un amplio valle encantado que lloriquea ante el aire
Que brota de tu ventana.

Emiro Enrique Vera Suárez

Valencia, 25 de septiembre de 2017. 10:45 pm.