Uno empieza con sueños,
con grandes pasiones,
pero como el mar, desgasta las rocas.

y entonces se va uno domesticando,
se va dejando una parte de si en cada rincón.
El idealismo se reduce a un comercial de tv
ya no piensas en ti, aunque te lo merezcas
aunque cada día te sientas mas exitoso,
en casa todo es guerra.

Y así,
lo que amas lo vas alejando
porque ya no puedes vivir en paz contigo,
llega un momento en que conformarse es vivir.
Ya vives en los sueños y pasiones de otros.

Al final,
lo único que te queda es;
lo que el tiempo se llevo.
Alguien más vendrá a repetir el ciclo
en una existencia tan destructiva,
como el mismísimo fuego...

Comentarios & Opiniones

JUAN CARLOS CADENA

La vida rutinaria y sin objetivos es cruda pero cuando los tienes la disfrutas aunque con todos los fracasos. La lucha constante nos hace valorarla y valorarnos. Saludos El dragón humeante

Critica: