Gotitas... de vida.

Cántaros de lujuria derramada,
en la planicie de una estepa que buscando
en las raíces sabía nueva,
la coloca en la punta de tus dedos

Vida propia, que creciendo de mis poros,
enredandose al sentir de unos anhelos
me desboca del camino, y al galope,
me coloca en la diana de tu celo

Beneplácito el candil que nos alumbra,
del caído cielo azul otoño velo,
en la impronta de su luz, cayó un lucero,
y los ojos como nubes le llovieron

Deje atrás, traje raido, tumba al suelo
Y me elevo sin rozar... el piso, vuelo
Esas horas que me envuelven me devuelven,
como nueva a una rutina que venero