Corazón Priorizado

Desafortunada realidad, triste y sin cesar.
Es distinto el amar, cerrando los ojos y entregándose al azar.
Es distinto el amor de un depresivo sin alma,
que piensa que tiene una oportunidad de encontrar su única calma.

Ya no cree en la familia, ya no cree en la sociedad,
no cree en la mirada que le dice "algún día todo cambiara",
solo cree en el amor porque nunca lo sintió como hoy,
solo cree en la esperanza de que esa sea su salvación.

No tiene pasatiempos, por ahora no quiere salir,
solo piensa en esa persona y poder hacerla sonreír.
No quiere trivialidades, se canso de tantas actividades.
Sueña con que una persona cambie todas sus más terribles tempestades.

Inteligencia no le falta, sabe muy bien que hay una trampa.
Y es que de perfectos no se trata.
Nadie lo es, ni siquiera la persona a la que le besa los pies.
Imposible cargarle a alguien tanto, imposible no perder el tacto.

No es que sea un loco obsesivo, es que ama muy distinto.
Priorizar es la palabra, y esta persona prioriza su instinto.
Su gran corazonada, de que es esta persona de la que todo se trata.
Su corazón tan frágil como comprometido, impregnado de ni un poco de sentido.

Es caer en desilusiones, analizar intenciones y enloquecer por acciones.
Es morir y volver a vivir, para volver a sufrir.
No se si esta bien, no se si esta mal,
pero esta desilusión me ha de hacer pensar:
"¿Qué carajo es esto del amar?"

Felicidad, si, felicidad, que se siente en medio de todo.
Y el saber que esa persona puede ser tu más grande tesoro.
He de decir valiente al que se anima a arriesgar porque sabe que puede ganar.
Y es que, vale la pena en este gran juego apostar.

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