El Camino

Y encendí la luz
para que me encontraras.
Para que no te perdieras
por el camino ondulante,
laberíntico, confuso.
Y esperé despierta
para no descuidarme.
Para no olvidar tu abrazo
poderoso, irreemplazable
cálido, amante.

Me dio el valor necesario
para no temer las nubes
tormentosas, implacables,
que acechaban mi esperanza
en cada espera infinita.
Compañera silenciosa,
llama incansable,
luz en la sombra
de cada rincón solitario,
en este camino infinito.

No dejaré que se apague,
ni que olvides dónde habito.
Ni que busques más caminos
distintos al que ahora piso,
incierto, escondido.
No dejaré que desvíes
tus pasos de este destino.
Ni que sueñes otras manos
que acaricien tus cabellos
oscuros, como el camino.