Luna de sangre

Gladiadores son llamados por placer de los dioses, susurran plegarias tras una mirada tan agria que solo anhela libertad. Bajo el sol derramaran sangre para limpiar a la luna de los pecados humanos y llorara aún más sangre por los que se fueron y los que aún no han sufrido la desgracia de sentir su corazón latir.
La danza de aurora se inicia en la oscuridad del bosque, en los laberintos de concreto. Con los cielos como únicos testigos, tan vivos como estatuas de piedra y tan despiadados como instinto animal. Hoy los lobos serán bestias sedientas de sangre fresca. Hoy la oscuridad se tiñe de rojo, las estrellas se intimidan y brillan aún más para alejar la nebulosa de sangre.
Un planeta insensible seguirá girando con indiferencia y nosotros seguiremos ahogándonos en él. Ojos que sirven de testigos verán la luna sangrar y nadie llorara, los lobos serán bestias y las bestias serán lobos. Metamorfosis animal, instinto humano, aquella noche el multiverso nos transmutó y danzamos en la aurora roja, sufrimos juntos la desgracia de sentir nuestro corazón latir. Nos perdimos en la oscuridad roja, nos fusionamos en la nebulosa de sangre.