Evocando

poema de El andino

EVOCANDO

Inmensidad que abrasa mi llanura al despertar la mañana, llano de mis indulgencias en tu seno las vivencias ofrendan lo hermoso de la vida. Eminencias que se postran enalteciendo tu hermosura, soberana de las acuarelas en tu gentilicio; Marquesa de gente buena. Señora de tu estrella, patria cincelada en la
bandera, historia que narran tus caminos;
abiertos en libertad eterna.

Tierra grande en tus ríos la primera, regando los surcos como durmientes en hileras. Vientos apasionados purifican las cosechas con la mirada infinita del hombre que las venera. Nostálgica en sus atardeceres, instantes en que todo se detiene viajando el pensamiento a sus linderos; contemplación en los sueños
de los comienzos donde el silencio nos rodea.

Noche que se instala con su luna plateada, rasgan las cuerdas en la tonada; firma del llanero emparejado de sus raíces cuando la faena ha consumado. Una oración a lo propio con la paz del sosiego en la espera de la alborada, llanero se despierta afinando el tono de sus enseñanzas; leyenda que entrega a los senderos
en los confines de la raza.

Edgar Tami
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