el concurso

poema de Duende celta

Presumido de mi si en estas líneas gozo de protagonismo
al haber suicidado versos que ensuciaban las caries de blancas sonrisas.
Se el resultado de una suma,
lo mismo que cuarenta monedas sin ceca
corrompidas por el rayado tiempo enterrado bajo la turba de hostiles romances.

Cegado por las caricias de una pena
pasajera que mecía las pupilas
de mi triste llorar,
trovador de pluma que borra
versos de prófugos trapecistas,
quiero ser el olvido para recordar
en noches de triste luna
 el redoblar lisonjero de un silbido.