Otras vidas

Sí,
Mira el castillo aunando las flores,
Yo era el joven mirándose en el río, y luego aquella flor que quedó.
También encontré al sol calentando mi cara,
Y a la luna haciéndome el amor.
Dominé la psique con lujuria y deseos, y con flechas derretí el desamor.
Cantando canciones de proezas ajenas, mirando el suspiro de tu candor.
Fui aquel poeta que perdiste, y el otro que te ganó.
Pesé los corazones con plumas y olisqueé tu mechón,
Me casé con la doncella de Crimea, y con la reina del pregón.
Mate al dragón en la cueva y me convertí en su captor.
Desperté luego del sopor, miré más allá del vapor,
Noté que no eran imágenes, tampoco sueños sin color.
Eran sucesos pasados, las vidas que quedaron,
Pasadas durante la pasión, y el fuego que me anima a continuar sin decoración.
¡Oh, vidas pasadas!
¡Oh, recuerdos sin armazón!
He sido yo siempre, he sido Drexler en cada nación,
Quizás con otro nombre, quizás con otro caparazón,
Pero siempre el mismo hombre, siempre el mismo poeta y artista de la razón.

D.G. Falls.
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Otras vidas.