Humanos.
poema de D.G. Falls
Una vez fui joven.
Llevaba los ojos brillando y el corazón ardiendo,
Repleto de sueños y de aspiraciones como golosinas en los bolsillos.
Ignorando la maldad y creyendo en la bondad del aire que respiro.
Una vez fuimos niños.
Creíamos que todos podíamos jugar,
Que el mundo era demasiado grande para todos,
Que todo era mejor en familia.
Una vez fuimos felices.
Mirábamos la humildad y soñábamos con ser todos iguales a los héroes de nuestros sueños.
Robando sonrisas,
Rescatando damiselas,
Andando por la vida como personas buenas.
Una vez fuimos humanos.
Comentarios & Opiniones
Este escrito refleja una regresión hacia el pasado; lugar donde tú te puedes sentir más seguro que en el caótico presente, ya que el ser adulto te hace percibir las realidades duras de la "Humanidad", mientras al rememorar tu infancia recuperas tus
ilusiones, sueños y libertades perdidas en el mundo actual de la adultez.Es una buena antítesis de la realidad, porque muestras que a pesar de ser adultos independientes, a veces podemos sentirnos más inseguros que cuando fuimos niños dependientes.
Andrés, tu apreciación de mi escrito es muy acertada. Agradezco que tuvieses el tiempo para leerme y comprender cada palabra que hay allí. Un abrazo fuerte.
Claro que sí hermano. Para eso son estos espacios, para compartir puntos de vista y apreciar las buenas ideas de cada expositor.
Te aseguro que veré los tuyos, siempre es bueno leer a las personas. Aprendemos más de ellas con cada escrito.
Gracias. Esa es la idea, conocer más sobre otras personas, así jamás las hayamos tratado, ya que por medio de la lectura nos desnudamos y mostramos tal como somos, liberándonos de todas las ataduras. Estaremos en contacto. Éxitos en lo tuyo.
D.G. muy cierto lo que te dice Andres, a veces volvemos
a regresar en nuestra mente lo vivido y lo vemos como una pelicula,queriendo tal vez seguir ahi,
es muy interesante eso,me gusta como escribes y tu sensibilidad para transmitirlo, un gusto apreciar tus letras
D.G.
Besitos dulces
Siby
Querida Siby.
Gracias por tus palabras amenas, y por el cariño que me dedicas. No hay más dicha en la vida de un hombre que los halagos de una mujer.
Los niños son grandes creaciones, no son rencorosos y mucho menos egoístas.
Besos con cariño.