Dormida
La encontró en un lecho de almohadas sumergida en el blanco como una especie de criatura mitológica, mientras el cabello negro se desparramaba sobre su rostro y lo enmarcaba en una mueca de paz inalterable.
Aquello le produjo un placer indecible e inigualable, pero se mantuvo inmóvil junto al umbral de la puerta desde donde la observaba como una estatua de carne. Ella de pronto se removió en las sábanas, las almohadas temblaron y desde su interior, como un capullo que florece, brotó su desnudez.
Él se llenó de ella. Avivó su corazón con aquel cuello hirsuto que desveló el removimiento, y los pechos tersos de pezones oscuros y dulces.
Se llenó del clamor silencioso del olor que la envolvía y que sentía aunque era imposible que le llegase, se llenó de la línea de vellos que conectaba su pubis con el vientre, y con el triángulo delicado que componía su sexo.
Se llenó de los muslos, de la clavícula, del placer. Alabó al pintor que la había dibujado en su cama, y a los dioses generosos que la habían traído para él.
Caminó entonces hacia el prodigio, hacia la ninfa, hacia su mujer, y sintió el fuego arder.
Un hilillo de saliva se deslizó por la comisura izquierda de su boca, y sintió que no era más que una caricia para aquellas facciones. Una plegaria brotó de su boca y unos dedos incrédulos apretaron la carne.
De ella salió un quejido suave, dulce, profundo, y una lengua la probó. Sorbió del pecho como un niño huérfano, y le apretujó contra sí.
Una desesperación casi enferma se aventuró en su diafragma y soltó aquel botón para entonces encontrarse con sus labios.
Unas pestañas del color del carbón aletearon, y una forma difusa apareció ante ella. Él la besaba, y ella al encontrarlo lo continuó. La carne se le erizó, el vientre se humedeció, y la vida floreció.
Comentarios & Opiniones
Veo que también te desenvuelves de maravilla en el relato corto, y concretamente en el género erótico. Todo muy bien descrito, de forma sensual y sugerente.
Un abrazo.
Caballero, vuestras letras dibujan una escena llena de candor.
Reciba cordiales saludos.
Precioso relato erótico, culto, con una delicadeza extrema en contenido, con un acercamiento candoroso y sutil hacia esa mujer que llena todos los sentidos del hombre; que como poeta y escritor nos regala esta maravillosa obra, abrazos amigo.
Ángel gracias por tu visita a mi escrito. La verdad es que yo sólo escribo, no importa la estructura o el sentimiento, a mí me gusta escribir. Ojalá y algún día llegue a los niveles de todos ustedes (Gabriela, Xio y tú), porque son perfectos.
Acepto tu abrazo amigo Ángel. Porque me pareces una de esas personas con las que vale la pena tomarse una cerveza y conversar. Saludos, caballero.
La Dama Azul, gracias mi maravillosa poetisa, un halago de tus letras es como la ambrosía de los dioses para mí. Saludos y sigue embelleciendo al mundo con tus letras. Un fuerte abrazo.
Xio, mi dulce xio, mi amable xio. Gracias por siempre estar y acompañarme. Te envío un beso a tus mejillas dulces y un abrazo a través de la distancia. Ojalá y la vida te sonría como tú le sonríes al mundo.