Sepulcro

“Sepulcro”
I
Llámame sepulcro en tu hora exacta,
no finjas que en algo yo te importo,
te has de comer mi carne putrefacta,
y el tiempo para mí ya es muy corto.
II
Permíteme la postrera caricia humana,
el sentimiento que dejas es espantoso,
de ti ya ni salva la oración cristiana,
contigo el aíre fresco se tiñe luctuoso.
III
Abraza muy lento mi edad ya anciana,
recuerda mis esplendidos años mozos,
pues me iré al toque de la campana,
y mis tristes ojos se cerrarán sollozos.
IV
Toca quedo mi puerta y su chambrana,
te abriré aunque sea un tanto doloroso,
tú haces con la vida lo que te da la gana,
y el hombre sufre sin más tu celo odioso.
V
Toma mi cuerpo y su blanca mortaja,
la vida es más que este cuerpo añoso,
mi espíritu más allá de ti siempre viaja,
y no tiene miedo a tu macabro acoso.
VI
Mírame al tener la emoción cabizbaja,
eres de la existencia su eterno esposo,
no veré la unión que mi vida quebraja,
es suficiente ver el presente borrascoso.
VII
Bésame con el hálito que tu boca emana,
ya no importa si mi cuerpo se vuelve soso,
no veré jamás el sol en su bella mañana,
mis huesos encontrarán su deseado reposo.
VIII
Dime que no tocarás la piel aún lozana,
a ella le quedan años todavía gozosos,
pues la alegría de un niño no es vana,
y en su boca se ríe el Todopoderoso.
IX
Vociférame tu advertencia malsana,
no le temo a tu camino tramposo,
la presencia de Dios mi alma allana,
con su Poder mis ojos verán lo hermoso.
X
Acércate sepulcro hasta mi blanca cama,
no mirarás mi rostro frío y tembloroso,
el polvo al polvo la tierra vuelve y llama,
mi espíritu sube hasta su Hacedor Glorioso.