Impostores

se levantó del suelo
sangra lentamente
Su torso manchado marrón
Al lado daga incrustada
llora transparente
lágrima amarga se desprende
Desliza en su tersa mejilla

Mira sobre su pupitre
No encuentra a nadie
Todos lo han dejado se fueron
De viaje no lo soportaron
No se sentía solo sino
Abandonado
Olvidado

Un libro de filosofía
en el estante del año pasado
Un examen mal redactado
Nota sobresaliente
Contra su decisión voluntad
corruptible y corrompida
Algunos libros y diccionarios
Amor a la sabiduría
Sobre sus sábanas

Y leía y leía y leía

¿Que había hecho mal?

Por mas que intentaba e intentaba
pensar
Solo sabía
sentir
Enserio deseaba ,anhelaba
pensar luego ¿exisitir?

Pero jamás aprendería a pensar
Odiaba creer que la vida
Fuera tan sencilla

La amistad tan mesurable
La muerte tan fría
Y la soledad tan consecuente

Las virtudes tan alcanzables
El drama tan predecible
El sentimiento tan voluble
La literatura tan poco trascendente

Y es que él no odiaba la filosofía
No detestaba la ética nicomáquea
Ni los diàlogos del Platón
Conocía del racionalismo de Descartes
Habia leído al Zaratustra de Nietzsche
Caminado con el Dasein de Heidegger
Y vagado sobre las letras de Sartre

Lo que él odiaba pero
en serio detestaba
Casi hasta la muerte
Era que su mejor amigo
Lo tratara como un papanatas
lo agrediera fríamente
Hasta sangrarle el orgullo
y marginar sus sentimeintos
Su visión latente

No valía la pena
No le era importante
era para el un simple ser
Inferior y deficiente
su mejor amigo
No pensante
Ni existente