MARCHAR
Lúgubre mañana, de un carácter muy etéreo
Recostado, moribundo, sentí su llegada.
Un golpe tenue, inapreciable, supe discernir
Y pensamientos a tropel, se batían, por salir.
En un instante minúsculo, mi vida peregriné
Y lágrimas de nostalgia deje proceder.
Remordimientos no habitaron, ni habitan, hoy en mí
No me debo disculpa alguna ni experiencia por sentir.
Muchas cosas he ganado y muchas otras tome
Y a ninguna me he aferrado, cuando tuve que soltar, solté.
Una vida, bien vivida, mucha experiencia me supo brindar
Y con sabiduría digo, que no hay placer, mayor que amar
Ahora que marcho, a un futuro incierto
El miedo no me abruma, mas mucha curiosidad siento.
Habiéndome despedido, de quienes hoy más quiero
Muerte puedes llevarme porque así, yo, lo deseo.
Comentarios & Opiniones
Un gusto leerte. Saludos
Hermosas letras, no hay placer,mayor que amar! Beso poeta!
Buenas letras de sensibilidad creativa y tema desarrollado con habilidad y gracia en sus elementos sentimentales de elevada fuerza interior. Agradable lectura. Saludos cordiales.
Agradezco sus comentarios...