Quisiera viajar

poema de David Reyes

Quisiera viajar; a otro planeta, la gente dice que quiere dejar todo y cambiar su vida
pero qué tanto puede cambiar una vida a miles de kilómetros de distancia.
Cambia tu divisa, cambia la lengua en la que te comunicas y la gente de tu alrededor.
El mayor cambio al que puedes aspirar es el lado en el que manejas.
No, quisiera viajar a otro planeta y cambiar mi vida de verdad, ver qué criaturas me encuentro,
tal vez ellas valgan la pena;
a otro continente, bueno, si no tengo otra opción, está bien.
Poner tierra de por medio, aprender una nueva lengua y adoptar una nueva cultura.
Perdón, que ella me adopte. Ser adoptado por una nueva comunidad, por un nuevo territorio.
Aprenderme un nuevo himno, conocer el origen de las especies según un pueblo desconocido;
a otro país, norte si quiero quedarme dentro de lo conocido, sur si quiero arriesgarme.
Un hermano hispanohablante, un anglosajón, un francófono, de todos modos soy el Señor de las Lenguas (de las cercanas);
a otro estado. No estoy seguro de eso último. Me gusta el caos de mi ciudad,
me gusta el metro, me gusta mi biblioteca de cristal, me gusta tener cines cerca,
me gusta despertarme con noticias de balaceras y enojarme porque el espacio se estira y se estira
mientras el tiempo se ralentiza y las urgencias me miran de brazos cruzados,
resignadas a no ser atendidas;
a otra casa, siquiera. A una en la que me sienta yo.
No reconozco estas paredes, ni el techo, ni el azulejo sucio de tantas pisadas,
esperando a ser limpiado. No reconozco los muebles, las esquinas maltratadas,
las superficies empolvadas. No reconozco ese cuadro (si ni siquiera es cuadrado),
colgado en la pared, del tamaño de mi cuerpo. Ese cuadro vivo que pestañea
cuando yo pestañeo y que me sigue con su mirada, pero no sonríe como la Mona Lisa,
no, en este no hay misterio, ni código, ni magnetismo, ni interrogante.
El cuadro más soso que jamás haya sido creado, ni siquiera el golpe a la altura del rostro lo hace más interesante,
el golpe que le di cuando la persona en él no dejaba de mirarme, juzgón, criticando cada movimiento.
No reconozco ni el aire en esta caja, no reconozco ni mi sombra;
a otro cuerpo.

Comentarios & Opiniones

Artífice de Sueños MARS rh

Me gusta. Una serie de circunstancias cuales ecos vivos de mis propias intenciones que me llevaron tras del horizonte para luego retornar satisfecho a seguir escribiendo de lo que alcancé a curiosear por muchos lugares. Felicitación.
Saludo cordial.

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