Ecos atemporales

poema de mendigo

Me has reclamado el tiempo,
Como la luna en el solsticio reclama su aparición.
Pero, querida mía, el tiempo no es una férula en mi condición,
No es un bálsamo sanador de mis duelos.
Querida mía, mi tiempo eres tú,
entonces no me sobran los segundos a tu costado,
pues contigo siempre es tiempo de todo.
Contigo, el tiempo es ahora.

Entonces, querida, deja de actuar como si el tiempo
fuera la única virtud de nuestro futuro juntos,
como si la certeza de cada sonrisa segura estuviera a su circunstancia.
¿Acaso el tiempo no es una magnitud física que pasa continuamente y nos deja?
Entonces, bésame tanto tiempo como para que siempre sea presente.
Recuerda que el tiempo es relativo,
recuerda que cuando tus ojos estallan en los míos, existe un momento eterno.

No me reclames ya los tiempos necesarios.
Haz más bien que nuestras formas unidas sean una necesidad para el tiempo mientras pasa,
haz que nuestros estados cuánticos sean libertad de nuestra intuición normal
y discurramos en una atemporalidad constante.
Ahí, a la solución de la forma en como nos amamos,
convergiendo nuestros tiempos siderales cuando nos tocamos la piel.
Entonces, querida mía, besémonos en cada instante,
regálame tus suspiros en cada latido disonante,
y eternicémonos mutuamente, sin medida y sin fin.

Comentarios & Opiniones

La Dama Azul

Caballero, un gusto la lectura de vuestra letras.

Reciba cordiales saludos.

Critica: 
Xio

Grata lectura, sin dudas hemos de hacer del tiempo, lo nuestro, lo ideal, lo bello, vivir cada instante sin medir minutos, sólo eso..vivir! Un placer la visita, saludos cordiales, bue día Poeta.

Critica: 
mendigo

muy agradecido por vuestros motivadores comentarios, Dama Azul, y Xio.

Critica: 
María del Rocío

Que sensación tan grata es buscar poesía encontrar la suya!Todo un placer, gracias!

Critica: 
mendigo

Gracias por su motivante comentario, Maria del Rocio, saludos.

Critica: