Lucero de mi Atardecer

Sois aunque no lo diga
lo que veo y suspiro,
más no del alago o amorío
Yo lo hago,
y no sea pues, deseo mío,
lo he de hacer en poca prueba,
que me concierne
a convertirme en bestia.

Sois sin embargo, prueba clara
De mi poco razocinio, de mi delirio emocional,
De impulsos carnales
¡de que no soy yo!
me habéis convertido...
en un ser libidinal.

Ya que no puedo evitar observaros,
Oler tu fragancia dopante,
Que se impregna en mí,
Que disfruto cuando me atrevo a hablaros.
Me convierto en algo inerte, yo tú sumiso,
tú mi dominante.

Dejó de lado tu pensar,
que ya sin más me dejó inconforme.
Tal vez sea por tu ineptitud,a tu sinceridad ¡alevosía!
!Cómo disfrutar de ser más haciendo menos!
sincera más no sensata.

Y me dislumbro con aquellas caderas,
con ese tumbado que sólo tú dominas,
que seguramente alguien ya probó sus mieles.
Más no lo disfruto como yo,
con sólo imaginar vestir tus pieles.

Y sé también que ahí albergas,
una avecilla que disfruta el paraíso,
un colibrí que retoza en tus guirnaldas,
aquella mi ave en preferencia, y más aún al saber,
que disfruta lo que a mí, no disfrutar,
remuerde mi conciencia.

Y ese triángulo, ese lugar,
en el que no temo perderme, despertar y dormir,
vivir o morir,
¡Oh cuánto daría!
por con mi lengua poseerle.

Ya pechos caídos,
mustios o tal vez marchitos,
¿qué copa me toma por costumbre?
Ni los más finos vinos entran,
ni los roza el más fino perfume,
solo ese elixir, elixir inaudito, que redimirá,a este poeta maldito.

Más sois sin embargo,
muestra clara,
qué eres lo más oscuro de mi ser, algo que a diario suprimo,
que nunca he de mostrar,
por respeto a mi persona, y por no cogeros con violencia,
reprimo.

Sois la muestra del Gran desorden mental,
qué atormenta mi interior,
lo que nunca tiene luz,tan tonto amarlo,
a su númen Vil bazofia, que ya seguirla,
cuál secta tortural,
se convirtió en mi filosofía.

Más si algún día, llegó de su deiforme disfrutar,
quiero que sepa que siempre lo soñé,
deje de lado sus locuras sus vicios y quebrajos,
tratando de aliviar sus amarguras en un intento cabizbajo,
de encantarla con mi Absurda poesía.

Por ser lo que eres, mi obscura Musa,
la que nadie conoce,
tal vez ni yo,
por ser tan confusa,
dejando apagado,
en un palpitar,
este débil y joven corazón.

Comentarios & Opiniones

Muñoz Tertulio

Le agradezco demasiado el haber dedicado su retórica hacia mi obra que aspira a mejorar, por hoy me inspiro en la suya, que será de todo, pero yo admiro principalmente su novedad, gracias por traer esto al mundo.

Critica: