¿Sobre que quiero escribir hoy?

Yacia sentada sobre la blanca luz de la luna en días de amor. el sol no hacía mas que llamar a la luna para fundar su eclipse.
Los planetas orbitaban sobre un plano lejano al que ya estamos acostumbrados, había vida sin ser mortifera, la flagelada vida humana estaba estatica, sola y vacía, pero aquella forma de vivir lejos de la tierra parecía mejor de lo que pudimos haber imaginado, los planetas que antes eran 7 empezaban a dividirse como la mitosis en la célula, ademas de todo los animales no sufrían el abandono de su especie, eran capaz de reproducirse y los árboles bailaban sobre el bosque que al principio de había hecho para Adan y Eva, sin embargo parecía que todo era mejor sin los primeros hombres, incluso los sentimientos vagos de los hombres no estaban clavados sobre alguna piedra, era mas que eso, era una existencia sin fracaso.
Por otro lado había un paralelo en donde los planetas estaban desorbitados de cultura ancestral, se habían olvidado terminos que hubiesen llagado antes de la aristocracia, este otro lado de la existencia parecía putrefacto, los llamados humanos habían heredado estas tierras para ser trabajadas pero el trabajo les había sentado tanto que decidieron abandonar su instinto natural y para el cual habían sido creados. En él habían secuelas de lo que se llamaba oxigeno, quedaba poco, quedaban unas cuantas plantas y pocos humanos, los animales no existian, las especies estaban hechas seda, pieles, camas, vestimenta, carreteras y hasta artefactos que para lo único que servían era para satisfacer las necesidades vagas que se habían creado a partir de la intolerancia de sus propios pensamientos.
¿sobre que quiero escribir hoy?
me preguntaba mientras veia la decadencia de la creación a traves de la ventana.