Ojos de anciano

Amada gracias por venir,
mi gran deseo era verte
aún en los últimos berrinches
de mi corazón maltrecho,
eres lo último que mis ojos desean ver,
no, no quiero que objetes
mi errores circundantes, ni rancios,
ni que menosprecies mis anhelos al verte ,
deja que mis ojos atestigüen
un campo de cerezos bajo la aurora viva,
y que se riegue la brisa de viña sobre mi estampa imperfecta,
no, no deseo que refutes mi último aliento
ante mis querellas mal fundadas
en el día que te perdí,
ante mis últimos lamentos que las agujas hacen caducar
a cada paso en segundo,
quiero recordar aunque efímero el resplandor
mi última apuesta viendo tu integridad,
que me llevo bordado en estos ojos añejos
que el tiempo con pulso fuerte enjuicia.

Este momento no se perderá
en lágrimas que se disipan
como los escasos segundos que del cronometro queda,
amada no necesito recordar cenizas tapiadas
por amantes fugaces en las ramas de un árbol,
este momento basta , con tu mirada salvaje
devoradora de corazones,
y el misterio azabache sutil que desproporciona la realidad.

A mis años, las ventanas parecen más frías,
el viento parece ruin con mis pasos
y esta tristeza que me sucumbe
cada segundo por tu ausencia,
ahora la vida mía se atenúa como llama en un fósforo,
y en los espejos solo reconozco estos ojos
que vieron y te vieron cómo eres…

Gracias por venir, aunque si aún me odias,
quiero que sepas que mi corazón
viste con traje de espinas desde que no estás,
y mi mente se solapa en la vida
hacia el vacío que no encuentra refugio,
si aún me odias fingiré que el tiempo
perdona a mi vida un lapso largo
para encontrarte en los empedrados
que solíamos correr tras el amor.

Y si por alguna razón, crees que no me odias,
siéntate y recuesta tu manto de aguas oscuras
que cubren tu rostro de loto inmaculado,
y tus ojos de línea incógnita de imperio límpido,
hasta tus labios carnosos cerezos de fiera,
déjame disfrutar el último bocado de mi ojos
ante la caída de las luces que estallan en el cielo.

Te seguiré amando aunque las nubes oscuras
se diseminen en el firmamento como corazas
emulando el tiempo que perdí,
no, no pienses que es mentira la voz
de un aciano articulando falacias para el perdón,
o las tristes lágrimas de reptil que navegan
astutas a la orilla de una manada inocente.

No he querido dibujar tu paciencia
como un lugar perecedero de idea,
la ventana está abierta hacia luces
que no desamparan mi decadencia,
si de algo pudiera arrepentirme
en esta vida que desfila por los montes del ocaso incógnito
es haberme rendido …

Te amaré, aún cuando no esté…

Comentarios & Opiniones

IARA MARÍA VILLEGAS

Muy buena obra, saludos.

Critica: 
abora

Amigo Daniel, magnífica obra, con mucho trabajo detrás, entre la ficción y la realidad hay una delgada línea, espero que vuestro corazón sane amigo, tomarlo como un aprendizaje, doloroso peor te hará mejor persona

Critica: 
Xio

Estupenda obra, al paso de los años hay como un recuento, como un anhelo de perdón por los errores cometidos, por querer una reconciliación con la conciencia, mientras estemos a tiempo; un placer la lectura, saludos cordiales, feliz tarde.

Critica: 
amnesiacdaniel

muchas gracias queridos amigos, honrado siempre por su visita a mis letras

Critica: