Cuando era niño

Tenía un cubo de Rubik,
ni siquiera sabía que ese era su nombre,
pero me empeñé por varios días,
por largas horas del día,
sólo paraba para las comidas
y luego seguía;
para poder descubrir
como armar todos sus colores,
hasta que al fin lo logré.
Sentía que fue un gran éxito
y esperaba de todos un festejo
con bombos y platillos,
pero no sucedió nada de eso,
sólo pidieron que se les mostrara
la manera más simple y fácil de armar,
y uno tras otro iban aprendiendo
lo que a mi tanto me había costado,
entonces viendo eso
y sin siquiera recibir el crédito,
creció en mi interior una ira
y un nuevo propósito,
ya no era buscar la manera de armar el cubo,
sino la manera de destruirlo.
Así como el primero, el segundo proyecto
tambien fue un éxito,
pude eliminar de la memoria de todos,
como éramos niños no fue complicado.
Pero por consecuencia a ese acto malvado
yo también termine olvidando,
y hoy ya siendo viejo,
sin poder completar el cubo enteró,
sólo recuerdo el recuerdo
de haber tenido éxito en algún tiempo.
Entonces pienso
que si no hubiera sido malvado y celoso,
hoy aún hubiera sabido como armarlo,
si hubiera seguido enseñando
hoy tal vez hubiera habido mejorado
las técnicas de Cuando era niño.
Alex D. López​​