Amor Inmarcesible

AMOR INMARCESIBLE.

I
En un instante mi cuerpo se llena de paz;
mi conciencia no razona, está en sosiego,
mis ojos permanecen tan clavados en ella…,
aquella muchacha que proclamo La más bella.
II
Por su beldad, mi mirada parece vacía
como si viese a la inmensa nada, como ciego,
cuando en realidad contemplo todo, como Dios;
detallando cada parte de su fino cuerpo,
escudriñando el lenguaje de su rostro puro,
III
buscando; aunque sea, un parvo lustre de su alma,
insignificante en la infinidad contenida
por aquellos, tan preciosos, diamantes cafés
más brillantes que el firmamento durante el alba;
más bruñidos que la expansión cuando amanece.
IV
Mi amor no se aburre, desvanece, ni vacila
porque mi corazón bien sabe que te amo a vos;
que aun estando lejos, nunca habrá un adiós,
pues mi corazón al tuyo con promesa até:
promesa de quererte de forma sempiterna.
V
Todos sus defectos; sus tachas, desaparecen,
mis ojos se entrecierran y ven con más claridad.
Guía sus ojos para encontrarlos con los míos,
segundos de silencio, suspira, me sonríe.
Y yo en reciprocidad, sonrío compulsivo.
VI
Me es imposible odiarla pues ella inspira mi arte;
irrealizable el repudiarla o aborrecerla,
perdonar sus pecados más graves me es posible;
no puedo airarme con ella, porque mi amor lo impide,
y aunque diga que estoy enfadado, miento.
Nunca pronunciaré las palabras “te odio”.
VII
El amor es de dos, no uno, ayúdame a siempre amarte
y crear la ingente maravilla de, Preciosa Perla,
un idilio permanente; un amor inmarcesible,
para que aun en la distancia subsista y nunca se olvide
que quien provocó, del hielo nuestro, el derretimiento,
está lejos: nosotros, esperándonos en oprobio.
VIII
Acaricio su buz con la mirada más tierna;
sus labios rojizos… mis pupilas se deleitan.
Por vos las flores son eternas, nunca se afeitan.
Cuando llegue el momento que el cuerpo se despide,
te diré: cuánto te adoro, y esa es la verdad.
Quiero recordarte que: te amo con gran locura.
Porque sé que te voy a ver hoy y no sé si mañana
la luz de la alborada se tornará oscura.
No dudéis que siempre te amaré, Tatiana.