Ecos de un sollozo en la lejanía
El dolor que brota en mi corazón
No aminora, solo aumenta
Crece tal como guerrero con valor
Pero sin lograr una vida perfecta
Pues nací en una realidad distópica
Lejos de mis esperanzas y sueños
De los ecos de mi poesía simbólica
Colmada de rimas melancólicas
Yo de la tristeza solo soy un segundero
En su reloj, de sempiternos minuteros
Donde el tiempo pasa, pero el dolor queda
En mi alma ahogada en ríos y lagos de penas
Sombría vida, que arrebatas y quitas
De mi vista todos mis anhelos de placer
Que algún día remoto soñé con tener
Pero inexpugnables en esta viveza sevicia
Solo imploro que el destino con su espada
Forje en mi persona su irrefutable destino
Que por el tallado pasado ya fue designada,
Y que solo queda resignarme ante lo convenido:
El puente entre mi pasado y mi futuro, la muerte.