LOS PIES MAS HERMOSOS

LOS PIES MÁS HERMOSOS
Una señora humilde, que trabajaba arduamente sin importarle fatiga alguna, por andar de prisa de lastimó su tobillo. Ella muy preocupada por las necesidades de sus hijos no le importó el dolor ni los cuidados y siguió con sus labores de costumbres, hasta que le fue imposible caminar. El médico le recomendó reposo y unos ejercicios terapéuticos.
Al asistir a los ejercicios recomendados, era una sala con más señoras con el mismo problema. El doctor les pidió que estuvieran descalzas. Al estar descalzas, María sintió las miradas frías de las otras personas y avergonzada trato de esconder sus pies.
El doctor al ver la reacción, le dijo:
-Ponga sus pies estirados y hacia el frente.
Ella apenada, no quería mostrar sus pies.
El doctor los tomo suavemente y se los acomodó.
No sienta vergüenza, son los pies más bellos que he visto, con sus grietas, callosidad y resequedad, demuestran que son pies de trabajo, de abnegación y entrega absoluta.
Dígame:
¿Cuántas horas le dedica a sus pies? Le preguntó a una señora que se encontraba al lado:
Ella respondió:
Una o dos horas, mínimo a la semana.
Y ¿usted? Dirigiéndose a María:
Ella, cabizbaja, dijo:
Ni un segundo
¿Por qué?
Pues porque tengo que hacer de comer a mis hijos, lavar, planchar, ese tiempo lo aprovecho para estar con ellos...
¿Le importa?
Claro que no, refutó María
Mis hijos son mi adoración, pa ellos trabajo, para que sean alguien en la vida.
¿Se dan cuenta?
Como son los pies más hermosos, de la mujer más entregada, que dista mucho de egoísmo y vanidades.
Jamás de avergüences de tus pies María, porque son el reflejo de tu trabajo y entrega
Aracely Casas
Noviembre 2010