Magia y luz, dejan su andar

Cuando vi su cara al pasar, sabia que era de verdad, sabia que su mirada parecía la esperanza en la inmensidad, la niebla no pudo ocultar tu figura al pasar, gotas en un desierto llegaron, sin pensar, Y hay veces que hubo miedo de imaginar, que el frió y la soledad se iban a quedar. Pero hubo algo mas grande, que la soledad. Fueron esas palabras precisas, que supieron acariciar un ser que herido no podía continuar, que busca a Dios en todas partes, y distraído entre excusas y sufrimiento, no lo pudo encontrar pero cuando vio tu figura tu todo parecía brillar y ahí en ese mismo instante todo comenzó a callar, las palabras no dolían ni siquiera la mezquindad, encontró la templanza, encontró la paz, volvió a brillar ella misma, encontró la serenidad.