Homicida de sueños

Al nacer la aurora
vuelves de costumbre
asesino ebrio
desabotonado, sucio, golpeado
meciéndote con el viento

Tu mujer herida
con una daga de muerte
abre la puerta a la desgracia

Silencias los ojos princesa
mientras Juan sarcásticamente
te besa con labios
cortantes y enfermos

Los pequeños preguntan
tenebrosos quien ese loco
de ojos adormecidos y boca seca

Sin respuesta
con hambre y sollozando
vuelven a acostarse

Tu Juan, hueles a muerto
y nuevamente te has convertido
en homicida de sueños