Homicida de sueños
poema de Chico Castillo
Al nacer la aurora
vuelves de costumbre
asesino ebrio
desabotonado, sucio, golpeado
meciéndote con el viento
Tu mujer herida
con una daga de muerte
abre la puerta a la desgracia
Silencias los ojos princesa
mientras Juan sarcásticamente
te besa con labios
cortantes y enfermos
Los pequeños preguntan
tenebrosos quien ese loco
de ojos adormecidos y boca seca
Sin respuesta
con hambre y sollozando
vuelven a acostarse
Tu Juan, hueles a muerto
y nuevamente te has convertido
en homicida de sueños