El primero no tiene derecho a olvido

Por cada lágrima derramada un beso daré a la persona amada
Me adueñaré de la fragilidad de sus labios
Para que estos nunca se sientan como una camelia,
la su puesta flor sin esencia,
Pues con tus labios aprendí
que la camelia tiene variadas fragancias.

Es tiempo que recuerdes
ese susurro en tu oído
En el cuál te dije que nadie iba herirte
Y Mucho menos llevarte de mi lado.

Mi mirada aún te abraza,
Tu sonrisa aún me estremece
No sé si lo sabes pero al caminar pareces que estuvieras flotando
Sabes creo que si leyeras mis ideas pensarías que soy el hombre equivocado.

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La musa del árbol

Productodeldesvelo, bello poema tienen el placer de leer mis ojos. Saludos cordiales

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