Olvido...

Desafías las leyes de todo lo que conozco.
Vas y vienes sin un rumbo fijo.

Al final te pierdes en tu propia oscuridad.
Y cuando regresas, llevas vestida de tinieblas, fría, rígida y lejana.

Cada gota de memoria se pierde en tu infinito mar y en los pozos de tus ojos, vestidos de nostalgia.

Es como una gangrena, una metástasis sin control, el dolor es insoportable, por dentro, ya no soy nadie y esta tristeza corroe poco a poco mi coraza, mostrando todo lo que intento contener, ya ni recuerdo si es por miedo o protección.

Fuiste fuego, sol y luna, ahora solo eres hielo preservando cada uno de tus recuerdos en las heridas que dejaste en mi corazón.

Con miedo e incertidumbre sigo, sintiendo que mis pasos van seguros a un destino que no vislumbro.

Aún mi mano desea volver a sentir tu piel, tu respiración, mis labios secos ya de los tuyos, se agrietan cada vez que intento sonreir.

Eres un final seguro, que en cualquier momento va a caer directo en mi corazón y con su helado beso va a detener y matar de una vez lo que aún puedo seguir sintiendo por ti.

Lo unico que estoy seguro que pasará y lo es tanto como la muerte, como el fin mismo, es que, cuando la tinta de un bolígrafo común haga una linea en un simple papel, mi historia contigo terminará, de manera tan abrupta como comenzó, llegaste a mi vida como una centella, te desplazabas entre las nubes de mi propia tormenta y con la temperatura del mismo sol, como un relámpago brillaste intensamente en mi vida pero te fuiste desvaneciendo en el cielo nocturno sin darme cuenta...